El escenario social global está marcado por: la desigualdad social, la emergencia climática y la tecnología. Existe una mayor conciencia en relación a la sostenibilidad y la justicia social.
La consumocracia se encuentra en auge: el consumo se considera un acto político y las personas cada vez escogen más las marcas de acuerdo a sus valores. Los valores éticos de las marcas son uno de los determinantes de la decisión de compra, tanto a nivel ecológico como en temas relacionados con la igualdad de género y raza, libertad de expresión o justicia social. El 22% de los consumidores tiene preferencia por marcas más sostenibles y el 16% están dispuestos a pagar un mayor precio.
Especialmente los jóvenes se han erigido como impulsores del consumo concienciado, con más información y movimientos como los Fridays for Future.
¿Qué son los objetivos de desarrollo sostenible?
En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, que incluye los 17 objetivos de desarrollo sostenible:
- Fin de la pobreza
- Hambre cero
- Salud y bienestar
- Educación de calidad
- Igualdad de género
- Agua limpia y saneamiento
- Energía asequible y no contaminante
- Trabajo decente y crecimiento económico
- Industria, innovación e infraestructura
- Reducción de las desigualdades
- Ciudades y comunidades sostenibles
- Producción y consumo responsables
- Acción por el clima
- Vida submarina
- Vida de ecosistemas terrestres
- Paz, justicia e instituciones sólidas
- Alianzas para lograr los objetivos
¿Cuál es la posición de las marcas? Las marcas apuestan por lo social y concretamente España es uno de los países con mayor cantidad de empresas adheridas a estos objetivos.
La tecnología ha democratizado el acceso a la información dando cada vez más poder a los consumidores, que se informan sobre las acciones sociales que está llevando a cabo una empresa antes de decidir su compra.
Tener un propósito no es únicamente una decisión de marketing: es cada vez más una decisión estratégica. No vale con solo comunicar sino que hay que realizar acciones concretas que demuestren que realmente existe una voluntad de avanzar hacia un desarrollo más sostenible. Uno de nuestros ejemplos favoritos es Estrella Damm, que ha eliminado las anillas de plástico en el packaging de sus cervezas sustituyendolas por otras de cartón biodegradables.
¿Tu empresa trabaja los objetivos de desarrollo sostenible? ¿Conoces más ejemplos como el de Estrella Damm? Si quieres empezar a darle un enfoque social a tu empresa y transmitirlo en tu estrategia de comunicación, podemos ayudarte si nos contactas.